[PDF] Traducción al castellano English translation





Previous PDF Next PDF



Posicionamiento-la-batalla-por-su-mente.pdf

En la actualidad para muchas personas o pro- ductos



2021 Annual Report

1 mar. 2022 AB InBev - Annual Report 2021 1 ... a prestigious Grand Prix Cannes Lions ... care confidentiality and professional behaviour.



SABMiller y AB InBev

3 dic. 2020 Conformación de un nuevo líder mundial cervecero: Negociación entre SABMiller y AB InBev: ESTUDIO DE CASO. DICIEMBRE 2020



Revisión histórica de los modelos postkeynesianos de crecimiento y

Como han puesto de manifiesto King (2002) Davidson (2003) o Lavoie sectores de la economía se incorporan a la esfera capitalista con la pro-.



VUOSIKERTOMUS 2008

Keskeisimmät samanaikaiset luottamustoimet: Artek Oy Ab:n ja sitä ennen LM Ericsson Oy Ab:n varatoimitusjohtajana ... Taikoo Place 979 King's Road.



Traducción al castellano English translation

regular pues el apogeo del jardín francés no se pro- duce hasta que La Natre rompe la monotonía partidario sí del límite



FIA DRIFTING GUIDELINES FOR DRIFTING EVENTS

D1: Pro. • D2: Semi Pro. • D3: Amateur. • D4: Beginner King of Europe ... Allstars European Professional Drifting series: Drift Allstars Professional ...



ÅRSREDOVISNING 2012

teknikutvecklingen går idag mot en modernare modell där pro- samt Vitec capifast AB (f.d. capifast AB) i segmentet Fastighet ... AB och i D F King.



20 INCH BOX FAN IMPORTANT INSTRUCTIONS - M - Air King

EXPRESSE OU IMPLICITE NE DOIT EXCÉDER LE PRIX D'ACHAT DU PRODUIT ET TOUTE RESPONSABILITÉ TELLE 1 02091119S Tornillo N° 6 x 095 cm PPH Tipo AB ZP 12.



Publications Office

22 mar. 2022 Suecia para PostNord AB y Post Danmark A/S [notificada con el número C(2021) 6568] (1) . ... AMERICAN KING AIR FE ... WILLIAMS GRAND PRIX.

Q u A D E

D' ARQUITECTURA I URBANISME

Traducción al castellano

English translation

R PUBLlCACIÓ DEL COL·LEGI OFICIAL D' ARQUITECTES DE CATALUNYA N s

NICOLAU MARIA

RUBIÓ I TUDURÍ

EL HOMBRE Y EL

ESCRITOR

Pág. 10

ORGENES FAMILIARES Y

FORMACIÓN INTELECTUAL

Su padre, Marian Rubió i Bellvé, de estirpe

de Reus y de El Vendrell, era capitán del cuerpo de

Ingenieros cuando fue destinado

al castillo de la

Mola, en Maó. Allí casó con Maria

Tudurí i Monjo,

de una familia de comerciantes menorquinos. Ni colau Maria nació, pues, en Maó, y allí aprendió las primeras letras, en un colegio de monjas. Pero en

1896 sus padres se trasladaron a Barcelona, en don

de él se formó definitivamente.

Marian Rubió se distinguió como tratadista

militar y como buen escritor periodístico.

En 1904

publicó en un periódico barcelonés -firmando úni camente

R-unas buenas crónicas sobre la guerra

ruso-japonesa.

De entre sus libros científicos cabe

destacar el

Diccionario de ciencias militares (1895-

1903), en tres volúmenes. A recordar también la

obra, de más de cuatrocientas páginas

Filosofía de

la guerra, sin fecha pero publicada por la editorial

Minerva de Barce!ona hacia 1918.

Con e! subtítuo

de "juicios, observaciones y comentarios relativos a la lucha de las naciones", reunió en ella los artícu los de "La Vanguardia" (1915-1916) que le había pedido Mique! deis

Sants Olivar, quien le prologó

muy acertadamente la obra. Marian Rubió, "coro nel de ingenieros", indica la portada bajo los apelli dos. Después fue ingeniero jefe de la sociedad "El Tibidabo", asesor técnico de la Exposición Univer sal de 1929 y presidente de la "Sociedad de Atrac ción de Forasteros", dedicada al fomento de! turis mo. Murió en

Niza en 1938, siendo general del

ejército.

Joan Rubió i Bellvé, hermano de su padre,

nacido en Reus, estaba tan orgulloso de este último que en una ocasión dijo a un amigo: "Cállese, cálle se, que usted no tiene la suerte de ser de Reus. " La anécdota la había vivido mi abuelo Domenec Segi mon, también entusiasta reusense. Joan Rubió era

Traducción al castellano

un apasionado catalanista que trabajó con Gaudí en

Ciutadella,

Sóller, la catedral de Mallorca, etc. Se

gún Nicolau Maria, I llevaba de paseo a sus sobrinos y les recitaba "Els segadors". Fue el arquitecto de una extraordinaria pieza de nuestro Modernismo: una quinta en la avenida del

Doctor Andreu, cami

no del Tibidabo, habitada aún hoy y que es conoci da como "El frare blanc" ("El fraile blanco").

Nicolau Maria Rubió conoció a

Prat de la

Riba i a

Puig i Cadafalch y acabó de formarse den

trO del clima de la Mancomunitat. Fue uno de los profesores expulsados de la Universitat

Nova, o

Industrial,

por la Dictadura de 1924. No me co rresponde a mí, porque otros lo harán, hablar de sus títulos de arquitecto ni del valor de sus obras de piedra ni de lo que ha representado como arquetipo de urbanista y de diseñador de jardines.

Todo ello,

sin embargo, es inseparable de su obra literaria, de su formación, tan noucentista, humanista, abierta a

Europa y ligada a una profunda catalanidad.

Nicolau Maria era el primogénito de cinco

hermanos. Después venía Santiago, ingeniero constructor del metro de Barcelona y del ferroca rril-cremallera de Montserrat, escritor, apasionado y por la etimología y por las lenguas primitivas como el vasco. El tercero fue Marian, escritor y di putado de Esquerra Republicana en el

Parlament

catalán. El cuarto fue su hermana Isabel y el quinto, único que vive todavía, es Ferran, farmacéutico y compañero de viajes de Nicolau Maria.

LOS LIBROS SOBRE CINEGÉTICA

Según cuenta Rubió a Damia Ferra e!

espíritu aventurero y el gusto por la caza le vienen de su tío Joan. A finales de 1922, con su hermano

Ferran, Josep Botey y Raimon

Duran i Reynals ini

ciaron un largo viaje por e! Alto Gambia. Rubió re lató las experiencias de caza mayor de este viaje en la revista "D'ací i d'alla", y Josep y Joan Botey i

Riera,

2 compañeros en diversas expediciones afri canas, le instaron a que escribiera un libro sobre ellas. Y así n,!ció "Caceres a I'Africa tropicaL» ("Ca cerías en el Africa tropical") (1926), relato de más de doscientas cincuenta páginas, 3 muy ilustrado, que claramente muestra vivacidad de narrador y elegancia de estilo, y que yo, cuando era una ado lescente, devoraba, soñando en imitar a su autor, a quien entonces no conocía. Entonces estábamos

muy lejos de la época de los safaris y de la sociedad de consumo. Rubió y su equipo hubieron de pasar

momentos de peligro, olvidarse de incomodidades y prescindir frecuentemente de la higiene. Lo so portaron todo porque únicamente los guiaba e! amor por la naturaleza, pura en aquellos tiempos, sin mitificaciones. En aquel tiempo la caza mayor era muy abundante en África, pero para arriesgarse a entrar en plena selva había que llevar un equipo apropiado y superar una verdadera carrera de obs táculos. El libro no narraba únicamente las aventu ras de los catalanes, pioneros en e! tema en nuestro siglo, sino que servía de lección a los cazadores neófitos, que sin una tecnica, una preparación y una estrategia adecuadas podían fracasar. La obra es como un vademécum, escrito con e! aplomo del experto y con la gracia y la curiosidad tan consubs tanciales en Nicolau M. Rubió. Las lluvias, los in cendios, los campamentos, las costumbres de los animales y de los negros, la persecución o la captura de especies como e! elefante, el búfalo, los antílo pes, e! hipopótamo, el cocodriolo, etc., la presen cia siniestra de hienas y buitres, las caravanas, el pa ludismo y los trofeos de caza, la puntería, son se cuencias de una maravillosa película con inespera dos episodios.

Nadie ha superado a Rubió en este género

de los viajes y las cacerías, pero su guía ha tenido bien pocos seguidores.

Sus libros son ya clásicos y

merecerían ser reeditados en las mejores coleccio nes.

Su obra significó una novedad deslumbrante

en e! mercado de! libro catalán y mereció artículos encomiásticos de Josep Maria de Sagarra y de Car los Soldevila. El mismo Rubió me había contado que un artículo de Gazie! en la primera página de La

Vanguardia significó la venta de cuatrocientos

ejemplares en una semana. En 1932, Rubió salió de Arge! y atravesó el Atlas y e! desierto hasta e! Níger. Buscaban el país de los leones. El largo vieje alcanzó, entre ida y vuelta, unos ocho mil quilómetros. La crónica está en e! libro Sahara-Níger (Barcelona, Llibreria Ca talonia, 1932), ilustrado, dedicado a tío Joan. El autor comienza diciendo que "el Africa deja, a quienes la han probado, una nostalgia incurable". Pero la obra no es un tratado de cómo hay que ha cer una cacería de veras en el corazón de la selva (hay pocas escena de caza), sino la crónica de un viaje por e! "desierto supremo" en un camión bau tizado con e! nombre de "Barcelona" --con la ban dera catalana izada-y en e! que iban Nicolau M. Rubió,

Joan Botey, Jordi Puig, Arístides Valles y

Joan Cufí. Seguramente fueron los primeros catala nes que atravesaron el Sahara. y al coronar la aven tura y llegar a Gao, exultantes, se apresuraron a en 'viar un telegrama al presidente Macia: "Traversé

Sahara

avec drapea u catalan». El exotismo, e! mis terio, la sorpresa, los bandidos de! desierto, e! ries go de una avería grave, se hacen familiares en e! re lato, preciso y apasionado, con puntos de ironía, como granitos de arena, que revelan de nuevo que Rubió es un escritor nato. La obra, es, por consi guiente, un pequeño tratado sobre e! desierto, pero escrita no por un árido científico sino por un arqui tecto con espírito de novelista. No falta en él la re ferencia al padre Foucault, cristiano absoluto, de! cual los expedicionarios encontraron, en un pobla do perdido, la tumba. El libro describe a la vez cos tumbres, personajes, e! ambiente de los oasis y la psicología de los nómadas.

La tercera

obra de género sería Viatges i ca ceres a l'Africa negra (Editorial J oventut, Barce!o na,

1960) ("Viajes y cacerías en e! África negra"),

edición muy limitada. Por primera vez Rubió iba acompañado por su mujer, Montserrat Pla, 4 y en

1955 hacía su

quinto viaje a África. La primera no vedad era e! avión: ya no había que perder un sema na en e! viaje por mar. Llegaron a Dakar, ciudad costera y europeizada, en donde e! autor nos hace asequible una visión directa y rápida de razas y de clases sociales y de la arquitectura, captando a la vez la ambientación pintoresca o e! detalle fugaz. Después se adentraron setecientos quilómetros ha cia Gambia y e! Níger. Una buena parte de! libro describe sobre todo la experiencia de un turista que, aunque experto en cacerías y en africanismo, prefiere filmar la fauna salvaje más que, como en otras expediciones, cazarla. El autor volvió a en contrar lugares recónditos que había conocido años atrás y en ellos halló de nuevo a jefes de tribu y re yezuelos, o a sus hijos. Reconoce que la civiliza ción había mejorado algunas cosas y que las pistas en medio de la brousse evitaban e! aislamiento. Con todo, en los últimos capítulos de la obra reencon tramos la emoción de las cacerías, diurnas o noctur nas, a veces frustradas pero con la misma tensión que treinta años atrás. La narración es elegante y precisa, y un episodio, una descripción de un paisa je o una escena de caza tienen e! tempo justo, sin prolijidades. 5

En 1949, en edición de lujo de cien ejem-

pIares, Rubió publicó Africa negra (Edicions de la

Rosa Vera, Barcelona), en catalán.

Se trata de glo

sas breves de temas africanos, con espléndidas ilus traciones de Francesc Domingo.

Rubió todavía volvió

al África en 1973, con su hermano Ferran, quien publicó, prácticamente en edición privada,

50 anys de cacera a I'Africa ne

gra ("Cincuenta años de caza en el África negra") (1976), que comprende la reedición del primer li bro de Nicolau Maria y constituye un homenaje del hermano pequeño, Ferran, a su hermano mayor, por quien sentía gran admiración y afecto. Un deli cioso epílogo de Nicolau Maria, lleno de agudas consideraciones sobre el tema africano y la caza mayor, cierra este volumen que conmemora las bo das de oro de sus aventuras en el África. EL

NARRADOR

Rubió fue, más que un novelista, un narra

dor claro, expresivo y vivaz. Cacera en el no-res ("Cacería en la nada") (Grases, editor, Barcelona,

1954), escrita primero en francés y traducida

por él mismo, tiene la extensión de una nouvelle pero es sobre todo un ensayo de novela. Un cazador-el mismo Rubió-y un matemático, Armand Vigné, son, aparentemente, sus protagonistas. El ocupan te del segundo piso cuando baja las escaleras resulta que vive en el tercero. Uno de los inquilinos es ne gro y hace de adivino y de hechicero. El matemáti co se encuentra inmerso en un mundo excéntrico, nada lógico, con contradicciones inexplicables, y cree vivir en un clima de magia. Pero el cazador y otros personajes se marchan el África y soportan escenas auténticamente tartarinesca entre las perso nas que de pronto se encuentran con sus dobles que se les desdoblan. Comedia de errores, algunos ven visiones y la narración se mueve dentro de un clima desconcertante y onírico.

Su humor excéntrico,

parcialmente semejante al estilo de Bontempelli o de Pere Calders, hace que la obra se acabe con un fi nal voluntariamente rosa e irónico.

No ho sap ningú ("Nadie lo sabe") (Club

dels novel·listes, Barcelona, 1961) sí que es una no vela, y fue defendida por Joan Fuster, como jura do, en el primer" Premi Sant J ordi". Se trata de una de las pocas novelas catalanas íntegramente de tema exótico, africano concretamente. Situada en el po blado sahariano de Bahr-el-Kobá, el argumento se circunscribe a aquel islote de vida lánguida dentro del desierto infinito y desolado. Y es una vía muerta para la docena mal contada de blancos, la psicolo gía, costumbre, tics, alegrías y tragedias de los cua les el autor analiza a fondo y hasta la caricatura. No falta Pere Martí, el catalán que huye de la historia, exiliado en el 1939, dueño del

Comptoir Catalan,

casado con una medio catalana, realista y escéptico, aunque escucha ritualmente "El cant de la senyera" (El canto a la bandera) y come seques, el típico plato catalán de alubias.

La novela se desarrolla durante la eferves

cencia de los años sesenta: sacudidas políticas o so ciales, revoluciones sangrientas, todo ello como consecuencia de la descolonización.

Con todo, a

Bahr-el Kobá

no llegan ni la salpicaduras, salvo no ticias sueltas que irritan a monsieur Ferrier, chovi nista que cree en la esclavitud de los negros y en la

Francia eterna y todopoderosa.

En cambio, Dialó,

el maestro negro, representa al despertar de la ne gritude.

Y así se crean sucesivas psicosis, a veces de

opereta, entre algunos blancos que temen que serán aniquilados por aquellos pacíficos negros del po blado, separados del blanco y que son ex-esclavos y procedentes de diversas tribus. En aquel rincón sin vida, verdadero fondo de un saco, cualquier nove dad escalofría: un helicóptero que pasa por el cielo, la venida de Ketty, una negra europeizada y frívola, las idas y venidas del misionero blanco, la visita de alguna patrulla del ejército.

Un gran acontecimien

to al que el autor dedica páginas antológicas es la llegada, una vez al año, de los pastores nómadas del

Sahel con los miles de camellos, bueyes, cabras,

corderos y famélicos perros y, tras ellos, unos po cos leprosos y ciegos mendigos. La veracidad plás tica de este retablo en movimiento estremece. La vida que agita al poblado, los edores, la polvareda extraordinaria, los gritos del ganado, los tipos abi garrados o enigmáticos que lo acompañan, el caos multitudinario, los abrevaderos colectivos siguien do como un rito milenario ... Los pastores venden las pieles o el ganado, y los blancos los revenden, con una buena ganancia, a los comerciantes que pronto llegarán del sur. "Los nómadas eran como criaturas ávidas -escribe el autor-, querían el dine ro cuanto antes mejor, para comprarse chucherías y para beber refrescos en el "Comptoir". Los visitas de reyezuelos típicos son otra nota de colorido y de diversión.

Uno de ellos se sacudía los insectos con

un pulverizador de flit y, según Rubió, "el

DDT le

servía de incienso". Pero el estudio del carácter de 3 los blancos perdura a todo lo largo de la obra y está realizado con ingenio, humor y detallismo, hasta el punto de que en ella hallaremos escenas rusiñoles cas, acaso que nos recuerden cosas de

El catala de la

Mancha. El peso, el ahogo, el ardor del desierto es otra constante, tan significativa como un persona je, mientras que el maná de la lluvia, tan sólo una vez al año es como un milagro que reaviva la espe ranza y agita la rutina. Finalmente, las convulsio nes de la descolonización no llegaron a Bahr-el Kabá y los blancos se quedaron en él para siempre.

Un mm abstracte o el jardiner assassinat

(Un crimer abstracto o el jardinero asesinado) (Edi torial Barna, Barcelona, 1965), reúne ocho cuentos muy heterogéneos, tanto en tema como en estilo. Como las dos novelas, también algunos de ellos es tán inspirados en las experiencias africanas del autor. El hilo policíaco de la primera narración, la que es más larga y da título a la obra, se sostiene sobre todo por la figura del comisario, mucho más

Sherlock

Holmes que Maigret. El crimen puede pa

recer un pretexto para que el autor pueda lucir su habilidad, frecuentemente irónica, para hacer re tratos físicos o psicológicos. Tampoco es una ca sualidad que la víctima, en el cuento policíaco, sea un jardinero: ello permite a Rubió alabar las exce lencias del jardín --casi hasta hacer de él otro perso naje--y el trabajo de los que lo cuidan. La supersti ción, la magia, son el substrato del cuento "Gzw rrawtzicxm". "Nota de servei" (Nota de servicio) cuenta un caso de sonambulismo y de desdobla miento de personalidad enquotesdbs_dbs44.pdfusesText_44
[PDF] ab king pro programme

[PDF] ab prince pro exercice

[PDF] désinsertion mésentérique

[PDF] porte bouteille duchamp

[PDF] 4.1.3 production détats budgétaires liés au projet

[PDF] en prévision du bras cassé

[PDF] traitement des formalités et des autorisations

[PDF] musée d israël

[PDF] roue de bicyclette a vendre

[PDF] le grand verre

[PDF] le rouge et le noir personnages

[PDF] arbre genealogique des rougon macquart

[PDF] adélaïde fouque

[PDF] rougon macquart personnages

[PDF] les adverbes de négation pdf